Asma Bronquial
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¿Qué es el Asma Bronquial?
Es una condición crónica de salud que consiste en obstrucción bronquial intermitente debido a inflamación de las vías respiratorias, como consecuencia de una respuesta alérgica a partículas respiradas de alérgenos (pólenes, ácaros, pastos, entre otros) en la mayoría de los casos, si bien en algunos pacientes es difícil o no es posible definir una causa responsable del origen del asma.
Los síntomas más frecuentes son sensación de pecho apretado, tos, silbido de pecho (“como un gatito en el pecho”), cansancio para hacer ejercicio. Estos síntomas aparecen por distintos elementos desencadenantes: inhalación de alergenos, ejercicio, aire frío, infecciones respiratorias, en algunos pacientes por la ingesta de alimentos o medicamentos (antiinflamatorios). Los síntomas se presentan con frecuencia durante la noche o de madrugada, pudiendo manifestarse varias veces al día o a la semana.
El asma bronquial es una condición permanente, como por ejemplo la hipertensión arterial o la diabetes. Si bien no existe aún un tratamiento curativo y definitivo, la mayoría de los pacientes responden bien a la terapia con inhaladores, que mejoran la calidad de vida.
¿Se puede curar el Asma Bronquial?
No se puede curar el asma pero sí se puede controlar:
El asma no debe ser una limitación para tener una vida normal. Mucha gente en el mundo tiene asma. Los asmáticos pueden tener una vida normal, pueden estar activos y hacer incluso deporte de alto rendimiento cuando aprenden a controlar su asma.
Cuando el asma está bajo control:
Se puede trabajar, jugar e ir a la escuela.
Puede evitarse la mayoría de los ataques o exacerbaciones de asma.
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Preguntas Frecuentes
En Chile no tenemos cifras propias de prevalencia. Según datos internacionales, es variable según distintos países.
Existen países con prevalencia elevada de asma entre la población general de adultos: Australia (14,7%), Canadá (14%), EEUU (10,9%); por otra parte existen países con prevalencia baja de asma como Rusia (2,2%) y Rumania (1,5%).
En promedio, se estima que en nuestro país el asma podría afectar entre el 5 y el 10% de la población general.
El asma es un diagnóstico que también puede aparecer en la edad adulta, incluso en adultos mayores.
En general, mientras más mayor es la persona, más posibilidades existen de tener una patología distinta al asma, por ello debe evaluarse de manera sistemática para evitar falsos diagnósticos de enfermedades “que silben como asma”, con retrasos en una terapia adecuada y oportuna. Debido a esto en el caso de adultos mayores se debe complementar el estudio diagnóstico con distintos exámenes para excluir por ejemplo una insuficiencia cardiaca, síntomas de obstrucción bronquial por uso de medicamentos broncoconstrictores (algunas gotas oftalmológicas, antiarrítmicos), enfermedades por tabaquismo, por mencionar algunos ejemplos.
Se conoce como asma ocupacional o laboral y afecta según diversos estudios internacionales a un 15% de los adultos que sufren de asma. El trabajo puede ser un factor que agrava un asma preexistente o puede ser el origen del inicio de la enfermedad, lo que no es simple de probar. El tratamiento además de los medicamentos debe incluir el manejo de la exposición laboral que afecta la enfermedad.
En la mayoría de los casos se ha visto que la enfermedad se inicia en la infancia y en casi ⅔ de los pacientes los síntomas aparecen en la edad de adolescente. A veces los síntomas desaparecen con el desarrollo y los cambios hormonales, como si la enfermedad se “durmiera” por muchos años, pudiendo reaparecer en la edad adulta (con el tabaquismo, exposición laboral, etc)
Si bien no se conocen por completo las causas que originan el asma se sabe que algunos factores de riesgo para desarrollar la enfermedad son: la exposición a alérgenos domésticos como los ácaros (presentes en las camas, alfombras y muebles), los pólenes o los hongos, la contaminación ambiental (del aire de las ciudades y también intradomiciliaria por calefacción), el humo del tabaco (también en los fumadores pasivos) y los irritantes respiratorios en algunos tipos de trabajo. En algunos pacientes existe el antecedente familiar de asma en personas de parentesco en 1º grado (hermanos o padres). Se ha identificado numerosos genes que pueden participar en la predisposición, a veces hay más de un gen participando. Aún no se logra definir el o los “gen maestro”, por ello no se usan para diagnóstico de asma en la vida real.
En resumen, la predisposición genética sumada a las condiciones ambientales pueden hacer que se desarrolle la enfermedad.
- Asegúrese que sabe usar los inhaladores correctamente, y que los usa tan seguido como lo ha indicado su médico.
- Acuda con su médico al menos una vez al año para controlar el asma, aunque se sienta bien y no tenga problemas respiratorios.
- Solicite un plan de acción o de manejo de asma para aprender a reconocer los síntomas cuando se está deteriorando el asma y cómo hacer para responder a una crisis.
- Evitar en lo posible exponerse a las cosas que pueden gatillar una crisis de asma (tabaco, pólenes, caspa de animales, polvo de habitación, alimentos, medicamentos específicos en cada paciente).
En general la mayoría de los pacientes requieren el uso de 2 tipos de medicamentos: “preventivos o controladores” y “ de rescate para el alivio rápido”.
– Medicamentos “preventivos o controladores”: protegen los bronquios de la inflamación y previenen los ataques de asma.
Reducen la hinchazón de las vías aéreas y la producción de secreciones o flemas bronquiales.
Los medicamentos controladores tienen una dosis baja de corticosteroides inhalados.
Estos medicamentos son totalmente seguros, a dosis habituales y por la vía inhalatoria se absorben muy pequeñas cantidades a la circulación sanguínea (vienen en presentación en microgramos, la milésima parte de un miligramo). Por su seguridad se pueden usar en niños y embarazadas.
También existen diversos inhaladores combinados de corticoide y un broncodilatador de acción prolongada.
– Los medicamentos de alivio rápido (“aliviadores/rescatadores”) se usan para aliviar rápidamente los síntomas cuando ocurren.
Los inhaladores aliviadores solo contienen un medicamento “broncodilatador”, son capaces de aliviar los síntomas de asma, pero no mejoran la inflamación o edema (hinchazón) de las vías aéreas, que es la causa del aumento de los síntomas.
Es como tomar un analgésico para el dolor, pero la inflamación persiste sin tratamiento antiinflamatorio.
Si su inhalador “rescatador” solo contiene medicamento broncodilatador (ej: salbutamol), lo correcto es usar en forma regular también un “controlador” inhalado para prevenir las crisis de asma.